lunes, 18 de agosto de 2014

Instantes decisivos

Decía Cartier Bresson que el instante decisivo es aquel en el que la mirada, el corazón y la razón se ponen en la misma línea visual. Entre todos los fotogramas de nuestra vida hay momentos así, instantes decisivos que no son momentos cualquiera sino hitos en el camino, marcas capaces de cambiar tu rumbo y darle la vuelta a la historia.

Pablo y yo nos cruzamos en Kolkata cuando ambos andábamos atravesando un momento así.  Entonces tuvimos la suerte de compartir unas cuantas pedaladas entre Sudder Street, el Paragon y las casas de Madre Teresa. Después nuestros pasos nos llevaron hasta Katmandú y Pokara, a los pies del Himalaya, donde terminamos de sellar ese capítulo trascendental de nuestras vidas.

Ayer, diez años después, volvimos a brindar por las historias de entonces y las de hoy, y lo hicimos en esta India que tanto amamos y a la que le debemos la amistad que hoy nos une. Creo que a Cartier Bresson se le olvidó añadir que esos instantes decisivos siempre tienen un halo de eternidad porque la huella de los que un día caminaron juntos nunca, nunca se borra.

Y ahora a seguir escribiendo, que la tinta no se acaba y las historias tampoco. Estoy convencido de que nos volveremos a cruzar, dentro de unas cuantas estaciones, quizás en la colina de los locos, donde la vida ni se compra ni se vende y desde donde se divisan los mejores atardeceres. Pablo, my friend, mis mejores deseos están contigo. Buen camino...

1 comentario:

María Magdalena dijo...

Enhorabuena por esa amistad tan bonita y gracias por contarlo!!!